
Cuando se crea una tabla en Excel, automáticamente se asigna un nombre a la tabla y a cada uno de sus encabezados de columna. Esto permite una gestión más eficiente de los datos y facilita la aplicación de fórmulas y herramientas avanzadas.
Además, al agregar datos a una tabla, Excel expande automáticamente su rango, manteniendo la estructura organizada sin necesidad de ajustes manuales.